domingo, 29 de marzo de 2015

"Tonto es el que hace tonterías" Forrest Gump





Pues sepa Vuestra Merced, ante todas cosas, que a mí me llaman Forrest, Forrest Gump, y que soy hijo de la Sra. Gump y padre no tuve, ya que durante toda mi vida estuvo de vacaciones, o eso decía mi querida madre. Somos residentes en una casa bastante grande en las afueras de Greenbow, Alabama, ciudad natal.
Y como Vuestra Merced me ha pedido que le cuente el caso por extenso me pareció contarlo desde el principio para que así tenga cumplido relato de mi persona y así vea el trabajo que me supuso llegar a donde estoy ahora, en esta parada de autobús.

                  Comenzaré por relatarle mi... no tan tierna infancia, como algunos dirían, pero yo opino que tuve una infancia como cualquier otro niño. 
                   Mi madre me llamó Forrest después de Nathan Bedford Forrest ( un destacado general confederado en la guerra civil y el primer gran mago del Ku Klux Clan), porque a veces hacemos cosas que…no tienen mucho sentido. Nací con una columna vertebral torcida, mi madre decía que parecía un signo de interrogación, y el médico me hizo llevar unas abrazaderas en las piernas, haciendo que me sea difícil caminar. Casi no entré a la escuela porque tenía un IQ por debajo de la media, pero mi madre se las apañó para que yo consiquiera entrar. Siempre me decía "un tonto es el que hace tonterías", y así es como contesto a la pregunta de si soy tonto.
                  El poco dinero que ganaba mi madre era alquilando las habitaciones de nuestra casa a viajeros. Una vez se quedó un joven muy guapo llamado Elvis. Nos lo pasábamos bien juntos, mientras él tocaba la guitarra y cantaba, yo bailaba. Mis pasos de baile le deberían de haber gustado mucho porque días después le vimos en la televisión bailando mis mismos pasos.
                 La primera vez que monté en el autobús del colegio, conocí a Jenny. Era como un ángel, nunca había visto nada tan hermoso en mi vida. Era mi mejor amiga... mi única amiga.                                                                      Los demás chicos de mi colegio no dejaban de meterse conmigo por mis problemas. Solían venir detrás de Jenny y mío en bici a tirarme piedras. Hasta que un día Jenny me dijo que corriera, y corrí tanto y tan rápido que las abrazaderas que tenía en mis piernas se despedazaron y yo seguí corriendo hasta llegar a mi casa. A partir de ese momento, me encantaba correr, y cuando se me antojaba, lo hacía, iba a todos los lugares corriendo.
                 Ya en la adolescencia, cuando estábamos en el instituto, los chicos que solían venir detrás nuestro seguían haciéndolo, solo que esta vez en coche y Jenny siempre me decía "¡corre, Forrest corre!" y yo lo hacía. Una vez crucé un estadio de fútbol tan rápido que decidieron contrarame para jugar y así gané una beca para la Universidad de Alabama. Ganamos muchos partidos gracias a como corría. Incluso llegué a conocer al presindente Kennedy.
               Cuando recibí mi título universitario, me metí al ejército, donde conocí a Benjamin Buford, aunque yo le llamaba Bubba. Desde que le conocí, no hacía más que hablar sobre las gambas y la pesca, era a lo que su familia siempre se había dedicado. Bubba planeaba comprar su propio barco después de salir del ejército, aunque por desgracia, cuando fuimos a Vietnam Bubba falleció ante mí.
            Al volver a casa, varias veces fui a ver a Jenny pero por alguna razón siempre quería que estuviese alejada de ella y lo único que me decía era que no tenía por qué ser valiente, que si algún día estoy en apuros que corra, que solo corra.
             Cuando estaba en guerra, salí herido, y en rehabilitación, me puse a jugar al ping pong en donde me volví un profesional y participé en torneos donde siempre ganaba trofeos y medallas. Sinceramente, no tenían por qué darme todas esas cosas, solo estaba haciendo lo que me gustaba.
              Poco después, en honor a Bubba me compre un barco para pescar, al cual le puse nombre  Jenny porque me dijeron que un barco sin nombre daba mala suerte y el que fue mi teniente en la guerra fue mi primer oficial en el barco.   Pasamos por una tormenta muy fuerte, y siendo el único barco que quedó en pie, fuimos los únicos que pescamos gambas, las cuales vendí en una industria que creé llamada Bubba Gump Shrimp. Gracias a esto gané mucha fortuna la cual compartí con mucha gente.
                Cuando regresé a casa, me dijeron que mi madre se estaba muriendo de cáncer y pocos días después, así pasó. Decidí dejar de lado la industria de gambas, dejándolo a cargo del teniente Dan y me puse a cortar césped. Realmente me gustaba. Dan decidió invertir en una especia de compañía de fruta que se hacía llamar Apple Computers y de ahí saqué tanta fortuna que pude arreglar una iglesia y un centro médico de la ciudad de Bubba, y decidí darle el resto del dinero a la familia de Bubba para que no tuvieran que trabajar nunca más.
                Un día, de la nada, vi llegar a Jenny, era mi oportunidad para pedirla matrimonio y así hice, pero me rechazó diciendo que yo no quería casarme con ella, y yo la respondí que puede que no fuese el más listo, pero sé lo que es el amor. Por la noche Jenny se metió en mi cama e hicimos el amor, pero cuando me desperté, Jenny volvió a desaparecer.
                Después de varios días, decidí empezar a correr, me apeteció. Corrí durante 3 años, 2 meses, 14 días y 6 horas y conseguí correr todo el territorio nacional de costa a costa.  Jenny me vió por la televisión y me envió un telegrama diciendo que fuera a verla, y por eso Vuestra Merced me hallo en esta parada.